Las Musas, de Picasso
Es preciso mencionar que las musas tenían un carácter divino para la mitología griega, y no un aspecto materializado. Estas son las que imprimían en el artista el mensaje que éste representaría en la categoría en la que estuviese especializado.
De esta forma, se desmitifica la teoría de grandes artistas que han sido iluminados por un don sobrenatural. De ninguna manera estos personajes de la historia de la humanidad fueron dotados por características exclusivas y distintas del resto, más sino fueron simples mensajeros de algún que otro capricho divino.
Son las musas quienes guían los pinceles de los pintores, los cinceles de los escultores, la pluma de los escritores. Es en las musas donde reside la magia, más no en los intermediarios sujetos a las críticas de las elocuencias taumatúrgicas ajenas.
Los artistas no son más que títeres que se mueven al compás de la danza divina que las musas les marcan. Estas danzas graban las desventuras o las fortunas que aquellos sufren o gozan para el deleite del público expectante de congraciarse con la historia de aquellos entristecidos mensajeros.
Se dice, por las calles de Balvanera, que el verdadero poeta encuentra a su musa en la mujer amada. Se dice que la encarnación de la musa en aquella cálida figura femenina es la virtud más elevada del artista de corazón sincero y humilde.
Entonces, ¿qué pasa cuando la musa se aleja? ¿Qué retrata, qué canta, qué pinta, el artista? Para el caso es la pluma al escritor como el velero al navegante, si la musa fuese el viento que debiera impulsar la embarcación que quedó a la deriva, sobre las tintas de la indeterminación infinita.
¿Es acaso el arte como la estela que deja el barco por detrás mientras éste se aleja? ¿De qué habla la estela sino del navío que la acaba de atravesar? ¿De qué escribe el poeta cuando la musa se aleja?: De la musa, claro, mientras la estela se extingue a su paso, y el poeta junto a ella.
A mi musa, que la extraño.
DON SOS
" La facilidad de escribir cartas tiene que haber traído al mundo -considerado desde un punto de vista exclusivamente teórico- una terrible perturbación de las almas. Porque es una relación con fantasmas -y no sólo con el fantasma del destinatario, sino también con el propio- la que se va gestando bajo la mano que escribe, en esa carta y, más aún, en una serie de cartas de las cuales una corrobora a la otra y puede apelar a ella como testigo. ¡A quién se le ocurrió que la gente puede mantener relaciones por correspondencia! Uno puede pensar en una persona ausente y puede tocar a una persona presente; todo lo demás supera las fuerzas humanas. Pero escribir cartas significa desnudarse ante los fantasmas, cosa que ellos aguardan con avidez. Los besos escritos no llegan a destino, son bebidos por los fantasmas en el camino. Y esa abundante alimentación hace que los fantasmas se multipliquen en forma tan desmesurada" Kafka a su musa Milena. Fragmento de una de sus cartas. Recopilado por varias editoriales como "Cartas a Milena". Kafka me encanta.
ResponderEliminarFaaaaa!! Te jugaste ahí! Muy buena!
ResponderEliminarBienvenida de vuelta Diana!!! Espero que venga mas seguido este año!
Y MIMITA??!?! Mimita dónde está?