¿Era el tiempo, acaso, una unidad mensurable para estos fenómenos de características esotéricas? ¿Era, por ejemplo para Carlos, lo mismo que pasaran 20 días o 20 años? ¿Qué importancia tendría esto en sus existencias? ¿Serían eternos en tanto no cumplieran con su misión?
Lo cíclico de sus cánticos monotemáticos parecía ser la regla primordial de su comportamiento cuasi obsesivo. Estos cánticos embelesaban los oídos temerosos de aquellos habitantes que, jurando no transformarse en uno de aquellos, posaban junto a sus celosías escuchando el armonioso sonido de esta banda cautivadora.
¿Cómo cumplir una misión cuando uno se encuentra encerrado en un devenir cíclico que le hace repetir una y otra vez la misma acción? Pareciera que estos condenados al fantasmagórico surrealismo del barrio de Balvanera se adentraban cada vez más en sus desgraciados destinos.
La infinitud que representaba esta situación paradójica, algunos la compararon con la proyección de la imagen de dos espejos enfrentados que ya Jorge Luis Borges había planteado en sus obras. La eternidad fantasmal era un abismo vertiginoso para aquellos que no estuvieran dispuestos a enfrentarla.
De esta forma, solamente los fantasmas más valientes de los callejones de Congreso podrían romper esa rutina esclavizante que los ataba a la misma condición que ellos garantizaban detestar con profunda convicción. ¿De qué constaba el acto de valentía? Claro, de romper esta reanudación de series parsimoniosas y reconocerlas, como un hámster histérico que repentinamente reconoce lo estéril de continuar con esa rueda que lo lleva siempre a ninguna parte.
Así, quizás, estos fantasmas podrían ir resolviendo los misterios que los habrían ido trasladando a su situación contemporánea. Pero al igual que ocurre con la felicidad de las personas, no todos lo conseguirían por el mismo camino, ni con la misma disolución del ciclo. Es que los caminos son las aventuras que dejaron surco por detrás, y cada surco es una marca única y personal –o debiera decirse: y “fantasmal”—.
Amoroso mío, estoy en deuda contigo, solo he leído el cap 1 y 2 de los fantasmas, me faltan los otros cap y esta nueva zaga que parece muy hermosa.
ResponderEliminarTe pido que me disculpes, pero esta viejecita está un poco apachurrada, un poco depre y otro poco la vida que va pasando. Pero igual me acuerdo de vos y me propongo estar más en contacto.
Te quiero
mimita
Mimita!!! Me extrañaba que no apareciera!!
ResponderEliminarBueno, vaya poniendose al dia por que van a haber muchos capitulos para que te entretengas!!
Besos y que te mejores de ánimo!!!