Cuando hace unos días cambiamos el nombre del blog de “SOS Me fui a vivir solo” a “Relatos contra literatura”, una multitud de personas se agolpó en las puertas de la redacción.
Era de esperarse una reacción de nuestro querido público, que se encontraba desorientado, e incluso, algunos no han llegado siquiera a localizarnos. No fue motivo de cuestionamientos el porqué de haber cambiado el nombre tradicional de SOS, sino más bien las razones que nos impulsaron a la nueva razón social, a titular este histórico espacio que ya cumple dos años como: “Relatos contra literatura”. Por ello nos apartamos de la línea editorial para permitirnos explayar, a los ojos de nuestros siempre preciados lectores, los fundamentos correspondientes, que no son suficientes cada uno por sí mismo, sino por la sumatoria de ellos.
Explicación etimológica:
La contraliteratura, paraliteratura o subliteratura es una nueva clasificación peyorativa que se le da a la literatura reciente frente a los clásicos históricos, por parte del círculo elitista del intelectualismo. Desde ya que, frente a una posible categorización de nuestros relatos, de ninguna manera cabía alguna que no fuera acaso peyorativa, e incluso, controversial.
Los relatos y la literatura parecieran ser términos por lo menos familiares. Aquí, los enfrentamos con la palabra “contra”. ¿Cómo podría un relato estar contra la literatura? Es acaso una suerte de negación de sí misma o, por lo menos, un planteo que pareciera despertar intríngulis.
Explicación literaria:
En una entrevista famosa de la televisión española a Julio Cortázar, éste menciona, al hablar de su obra Rayuela, que si bien mucha gente la había caratulado de antinovela, él prefería llamarla contranovela, por una serie de motivos que no interesa ahora profundizar.
Sería poco serio decir que estos relatos tienen algo que ver con la obra maestra de Cortázar, o que quien escribe tiene siquiera una pizca de su genialidad. Simplemente se tomó esta idea como motivadora, también, del título tan cuestionado.
Explicación filosófica:
Como dijimos anteriormente, la idea de “Relatos contra literatura” pareciera presentar una contradicción controversial.
El nihilismo es una corriente filosófica que se basa en la negación del ser, en la negación de los objetivos últimos de la vida humana y en una serie de bajones que no queremos describir. Nietzsche fue uno de los filósofos de la corriente nihilista, no sabemos si de los más importantes, pero por lo menos de los más famosos.
Nietzsche llegó a sostener que Dios no existe, y hoy los grafitis por las calles se burlan de este filósofo diciendo “Nietzsche no existe. Firma: DIOS”. La soberbia que tiñó los atisbos de este señor llegaron incluso a servir de base al movimiento nacido en Alemania que terminaría años después con el holocausto.
En deshonor a este filósofo, actualmente tan reconocido, en repudio al juicio oscuro de este sátrapa cuyo espíritu se consumía con cada uno de sus pensamientos, también dedicamos el nuevo título del sitio “Relatos contra literatura”. Una suerte de sarcasmo nihilista en cuya negación se destruye aquello mismo que se está afirmando, de modo de burlar a aquel personaje –al que tanto respetamos—.
Explicación pragmática:
“SOS Me fui a vivir solo” ya no representaba la realidad del sitio. De ningún modo creemos que el aire controversial que describe “Relatos contra literatura” esté a la altura de las circunstancias, pero al menos disfraza un poco más, con la fachada, el vacío de nuestro interior –el interior del blog, claro—.
Explicación histórica:
Si bien se sabe que a la historia la escriben los vencedores, nosotros no pudimos dejar de hacer sonar algunos tambores –o al menos unos cajones peruanos, o unas cacerolas de modestas dimensiones—.
Porque un blog sin historia es un blog sin memoria, no nos desprendimos de la nuestra. Porque quien no conoce su historia está condenado a repetirla, y tenemos terror de atravesar nuevamente los mismos senderos del pasado. Al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar, decía Machado, y tiempo después cantaba el Nano Serrat.
Es por ello que mantenemos los contenidos, los miembros e incluso el apodo del escritor protagónico: “Don SOS”.
Finalmente, esperamos haber desasnado las dudas de nuestros queridos lectores, a quienes invitamos a compartir, debatir, opinar, saludar y otros tantos verbos más dentro del blog que estrena título, pero que en esencia sigue siendo lo mismo: nada del otro mundo.
Un fuerte abrazo y muchas gracias a todos: a los que recién se suman, a los intermitentes y a los históricos.
¡GRACIAS!
Hay investigación ahí, eh...
ResponderEliminarCasi un doctorado Miss/Mr., o acaso pensó en algún momento que algo de todo esto era improvisado? jaja
ResponderEliminarUn abrazo!
Azorada, deslumbrada, muda, con falta de palabras para expresar el asombro que me produce este acontecimiento.
ResponderEliminarLamento no poder participar de él, dado que mi capacidad intelectual, filosófica y científica, no están a la altura de este blog.
De todas maneras felicito a quien era mi querido Sosito
( ahora no sé cómo llamar a este literato) por su nuevo blog. Como Ud. sabrá he estado en "boxes" tiempo prolongado y aún no he salido a las pistas. Felicito a Ud.
y agradezco a la casualidad el haberlo encontrado.
besos de su ex abu
mimita
MIMITA!!! Nada de ex Abu, usted sigue siendo mi ciber abu!!! Hasta dejé de escribir por su prolongada ausencia, mi relatos carecían de vida sin una lectora ávida y lúcida como usted....
EliminarQué alegría volver a saber de usted!!! Espero que empiece a aparecer seguido y deje a los boxes atrás!!
Besos!!