En esta ocasión, tengo el agrado de presentarles a una integrante de mi familia. No es casualidad que derrochemos -o según el punto de vista, invirtamos- el tiempo cual jornada laboral por la que se cobra, y gracias a la cual se come. No fue mero capricho la invención de este espacio ocioso de reducido número de participantes. Tampoco tiene intencionalidad ni ambición de llegar al lucro, quedó clarísimo desde hace rato que el único lucro que nos deja es el cesante. La realidad nos indicaría, luego de extensos períodos de reflexión, que este blog es una de las tantas manifestaciones de la preexistencia de "creatividad" -pérdida o trastorno de las facultades mentales- que se pueden encontrar en vastos personajes de la historia familiar. Éste es el vivo ejemplo de mi hermana (en un spot publicitario para Arnet):
¡GRACIAS, CECI! ¡GENIA!