jueves, 21 de julio de 2011

El Fantasma de Don SOS. Capítulo 1


¿Qué fuera de Don SOS por las calles del barrio de Balvanera?
Eran coloridas aquellas tardes de verano donde todo parecía ocio y goce. Don SOS pasaba tardes enteras abocado al perfeccionamiento de sus escritos que violaban de manera incesante cualquier regla gramatical que intentara anteponérsele.
Don SOS creía alguna vez convertirse en escritor de novelas, redactor de cuentos e incluso –peor aún— convertirse en un puente cultural entre personas de distintas lenguas. Sinceramente, se involucró con sumo esfuerzo a esta noble tarea de la cual no sacaría rédito alguno, ni siquiera el de la buena escritura.
Pero cuenta la leyenda que este personaje solitario y melancólico ya no pasea más por el vecindario de Balvanera, sus amigos cuentan anécdotas que lo representarían como un ser extraordinario y, por sobre todas las cosas, extraordinariamente falto de sentido de orientación.
Tal era esta carencia del Don, que en su última visita, para una cena entre amigos, aquellos le habrían llevado como obsequio una brújula para ayudarlo a superar aquella vicisitud que lo aquejaba. Esa noche, el Don no abrió la puerta. Algunos hablan de una posible intoxicación etílica, otros, simplemente, que ese día ya ni siquiera encontró la puerta de entrada.   
No se encuentran explicaciones científicamente comprobables hasta entonces, sino sólo aquellas que versan del Fantasma. Pero, ¿qué es un Fantasma? ¿Qué otra cosa puede ser un fantasma más que un alma condenada a la vida terrenal, que no se lo lleva el de abajo ni lo acepta el de arriba?
Dícese que este Fantasma tendría una misión que completar antes de pasar a mejor vida, pero el problema que lo aquejaría es no haber podido –para variar— encontrarla.
Esta fantasmagórica historia continuará… desvaneciéndose.